¿Un nuevo INE?

Desde mi Sofá | Obed Silva

Tijuana, B. C. 6 de noviembre de 2022.- En las últimas semanas ha crecido la discusión nacional acerca de los cambios propuestos por el Presidente de México en materia de una reforma político/electoral.

Atrincherados en un bando común, los férreos opositores a AMLO lo

acusan de pretender poner fin a nuestra enclenque democracia.

El frente “opositor” lo encabezan Unid@s y el presidente del INE quienes llaman a defender al INE de las aviesas intenciones de López Obrador.

Para entender la evolución de los órganos electorales y la injerencia del “gobierno” que propició una larga historia de fraudes electorales, es importante saber que desde la expedición de nuestra Carta Magna se han hecho once reformas legales al respecto.

En 1917, se instituyó la Junta Empadronadora, las Juntas Computadoras Locales y los Colegios Electorales como encargados de organizar y calificar la elección de Presidente de México y del Congreso de la Unión.

En 1946, se expidió la Ley Federal Electoral creando la Comisión Federal de Vigilancia Electoral, conformada por el Secretario de Gobernación, un diputado, un senador y dos de los partidos políticos con “mayor relevancia”.

En 1951, se reformó la Ley Federal Electoral para que la Comisión Federal de Vigilancia Electoral se encargará del registro de nuevos partidos y emitir constancias de mayoría.

Veintidós años después, en 1973 desaparece la Comisión Federal de Vigilancia Electoral y se aprueba la creación de la Comisión Federal Electoral, encabezada por el Secretario de Gobernación.

Durante 1977, se expidió la Ley de Organizaciones Políticas y Procesos Electorales que modificó la Comisión Federal Electoral quedando al frente el Secretario de Gobernación, un representante de cada cámara legislativa, un representante de cada partido político con registro y un notario público.

Para 1987, se realizó una reforma que introdujo el criterio de la representación proporcional en la integración de la Comisión Federal Electoral.

En el año 1990, se expidió el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales y se ordenó la creación del Instituto Federal Electoral (IFE).

En su fundación, el Consejo General del IFE fue compuesto por un presidente que era el Secretario de Gobernación, seis Consejeros propuestos por el Presidente de la República, dos diputados, dos senadores y los representantes partidistas.

En 1993, se otorgó al IFE atribuciones para declarar la validez de las elecciones de diputados y senadores expidiendo constancias de mayoría para dichos cargos.

Para 1994, una nueva reforma instituyó la figura de “Consejeros Ciudadanos”, que serían electos por los partidos políticos en la Cámara de Diputados y desde entonces predominó el reparto de esas posiciones entre los mismos.

Fue hasta el año 1996, cuando al reformar el artículo 41 de la Carta Magna, se eliminó al Secretario de Gobernación como Presidente del IFE y se nombró a un Consejero Ciudadano.

La reforma estableció en nueve el número de miembros del Consejo General electos por los partidos dominantes en la Cámara de Diputados.

En 2007 el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales otorgó al IFE 53 nuevas atribuciones.

La reforma constitucional de 2014 transformó al IFE en el actual Instituto Nacional Electoral (INE).

El Consejo General del INE pasó a integrarse con 11 consejeros electos por los partidos dominantes en la Cámara de Diputados, de los cuales uno es electo por los diputados cómo Presidente.

Ahora, en el INE ponen el grito en el cielo porque AMLO propone que los Consejeros del INE sean electos de forma directa por los ciudadanos y no por los partidos políticos en la Cámara de Diputados.

En el fondo, los Consejeros del INE se han transformado en actores de la oposición a un cambio que en materia electoral abra el cauce a la democracia participativa.

¡Nomás por joder!

Balazo en el pie se dio el INE con la encuesta nacional que levantó entre la población con credencial de elector. Los resultados fueron:

El 93% está a favor de dar menos dinero a los partidos políticos, de acuerdo con disminuir diputados federales y senadores el 87%, en favor de que los ciudadanos elijan de manera directa a los consejeros y magistrados electorales votó el 78% y, en favor de reducir el dinero que se entrega al INE se pronunció el 74%.