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Las elecciones son cada vez más caras

Desde mi sofá | Obed Silva

Tijuana, B. C. 12 de enero de 2025.- Con motivo del Proceso Electoral Extraordinario 2024-2025 con el que se elegirán a los integrantes del Poder Judicial Federal y los

Estatales, surgió un desacuerdo entre la Presidenta Claudia Sheinbaum y el INE respecto del presupuesto para la referida elección y el financiamiento al órgano federal electoral.

El diferendo abre la posibilidad de una interesante discusión, no solo sobre el costo de las elecciones sino también respecto del actual estatus de nuestro sistema electoral así como su evolución durante las últimas tres décadas y media.

A pesar de que hoy las elecciones son creíbles, los resultados respetados y que por la vía electoral nuestro país inició una profunda transformación, el trauma del fraude continúa siendo un acicate que obliga a sostener un costoso sistema electoral que fue construido para erradicar las prácticas ilegales con las que se mantuvo durante largo tiempo la hegemonía de un partido político.

Si bien es cierto que las prácticas fraudulentas continúan desde los partidos políticos, también lo es que la mayoría de los ciudadanos votan de manera libre y sin padecer las trampas de los órganos electorales.

El cuestionamiento respecto de lo oneroso que son hoy los procesos electorales está asociado al hecho de que tenemos elecciones más limpias que las desarrolladas hasta antes de 1991, por lo que deberían de ser más simples y baratas.

De acuerdo con información de Laboratorio Electoral en su portal https://laboratorioelectoral.mx, el presupuesto del INE para el proceso electoral 2023-2024 fue de 22 mil 300 millones de pesos a lo que hay que sumar 10 mil 300 millones de pesos de financiamiento para los partidos políticos.

En tanto que los 32 organismos locales electorales (estatales) totalizaron en su conjunto un presupuesto de 18 mil 600 millones de pesos, más otros 8 mil 800 millones de pesos del financiamiento que las entidades estatales otorgaron a los partidos políticos, lo que arroja la suma de 21 mil 600 millones de pesos de gasto electoral aportado por los Estados de la República.

Por su parte, al Tribunal Federal Electoral (TJEPJF) se le asignó un presupuesto de 3 mil 600 millones de pesos y a los 32 Tribunales Electorales Estatales otros 2 mil 400 millones.

Entre los órganos administrativos y jurisdiccionales federales y estatales, recibieron para el reciente proceso electoral 41 mil 170 millones de pesos, mientras que los partidos políticos, nacionales y estatales, recibieron de la federación y los estados un total de 19 mil 100 millones.

Las anteriores cifras suman la inmensa cantidad de 60 mil 270 millones de pesos que fue el costo de la inversión del erario federal y estatales para el proceso electoral del 2024.

Frente a lo anterior, nuestra Presidenta Claudia Sheinbaum anunció que presentará una reforma electoral que de inició propondrá; restituir la no reelección, prohibir el nepotismo en cargos de elección popular y cambiar el sistema de asignación de representación proporcional para cargos de elección popular.

Resultaría interesante que en este contexto se pusiera sobre la mesa para la discusión, los siguientes temas: 

1. Consolidar un sistema electoral nacional único y eliminar los Oples,

2. Transformar los tribunales electorales estatales en juzgados unitarios de primera instancia,

3. Otorgar el financiamiento federal a partidos políticos solo para gastos de campaña y eliminar el financiamiento que reciben de las entidades federativas,

4. Calificar como delito grave el financiamiento ilegal a partidos políticos y candidatos, así como el lavado de dinero en las campañas,

5. Reformar la Ley de partidos para garantizar su democracia interna,

6. Simplificar los requisitos para la Consulta Popular, 

7. Incluir en la boleta electoral un espacio para “candidatos no registrados”,

8. Mega Centros de votación con dispositivos electrónicos para votar,

9. Mecanismos de votación anticipada en el territorio nacional y en el extranjero,

10. Reducir la edad para votar a los 17 años de edad.

Nomás por joder! 

Según lo declarado por el Sr. Tizoc sobre el fentanilo, tenemos una buena y una mala. La buena es que en Baja California no se produce fentanilo, la mala es que en el Estado sí se “confeccionan” pastillas de fentanilo.

• El autor es abogado, servidor público y analista político.