La Pura Polaka | Jaime Esquer
•La senadora Xóchitl Gálvez es sin duda la natural para la candidatura presidencial por el Frente Amplio por México.
Mexicali, B. C. 19 de agosto de 2023.- De eso no hay la menor duda, pues esa es la percepción casi generalizada de los ciudadanos interesados en el acontecer político del actual gobierno y particularmente en el proceso por el que están pasando, tanto el Frente Amplio
opositor y sus tres contendientes como el partido en el poder con sus famosas corcholatas morenistas.
Pero aunque pudiera parecer que en el Frente Amplio por México todo está ya decidido para Xóchitl Gálvez, la realidad es que no es así, pues la lucha de la aguerrida y carismática senadora hidalguense no es solo contra sus dos contendientes, sino en contra principalmente del propio dirigente nacional del PAN Marko Cortez.
Hay que recordar que Xóchitl no es panista; ella fue adoptada por la bancada del PAN y por el propio partido azul y blanco, pero ella misma ha reiterado que no es militante y que es ciudadana y seguirá siendo una ciudadana.
Ahí justamente es donde radica el mayor peligro para ella, pues su repentina irrupción en el escenario político nacional y el inusitado fenómeno mediático en el que de pronto se convirtió, cambió diametralmente la ecuación política existente, no solamente para el propio presidente López Obrador que creía tener ya todo controlado, decidido y resuelto para su propia sucesión, sino especialmente para los dirigentes partidistas del PAN y del PRI, quienes traían ya sus candidatos arreglados y a modo para entrar a la contienda presidencial, no a competir para ganar, sino a negociar sus respectivas parcelas de poder con una lista de allegados e incondicionales palomeados para las diversas posiciones políticas en diputaciones y senadurías, principalmente en aquellas que entran casi de manera automática como son las de carácter plurinominal.
En este sentido, la llegada de Xóchitl Gálvez en su condición de ciudadana y no de militante del PAN, pone en riesgo justamente la posibilidad del control y reparto de esas posiciones, pues sería ella y no el partido quien llevaría mano en proponer los perfiles para los diversos cargos y posiciones de elección popular con un enfoque más ciudadano que partidista.
Por ello es que a la dirigencia nacional y a la estructura de poder que la rodea le conviene más la llegada de Santiago Creel que la de la propia Xóchitl Gálvez, pues Creel sí es del PAN.
Partiendo de esta hipótesis se pudiera dar un escenario de una oscura y siniestra negociación política entre el PAN y el PRI para acotar a Xóchitl, sumando fuerzas y empujando a quien resulte mejor posicionado entre Beatriz Paredes del PRI y Santiago Creel del PAN.
Bajo esta óptica, una conjetura hablaría también de que esta macabra jugada política contra Xóchitl Gálvez pudiera tener hasta el aval del propio inquilino del Palacio Nacional, ello con el fin de allanarle el camino a una de sus corcholatas, especialmente ante los durísimos pleitos internos y la lucha de todos contra todos que se cargan, principalmente entre Marcelo Ebrard y Claudia Sheinbaum, los dos que como apaches se están tirando con todo y pegándose hasta con la cubeta, en lo que hoy es ya pública y abiertamente un tiro político cantado.
Es el ADN de aquellas famosas “tribus” de la línea más ácida y radical del PRD, en los tiempos en los que siendo oposición se agarraban hasta a pedradas y a sillazos.
Por sí o por si no, Xóchitl Gálvez debe manejarse de aquí en adelante con mucha astucia, cuidándose hasta de su propia sombra, pues la guerra está declarada de antemano con los obuses que a diario le avientan desde palacio nacional, pero especial cautela y sumo cuidado deberá tener con la propia nomenklatura del partido que la adoptó y que hoy la representa.
Si Xóchitl Gálvez realmente quiere ganar el proceso interno lo deberá hacer de una manera arrolladora, más que con los votos y apoyos partidistas, con el apoyo y fuerza de los ciudadanos y de las organizaciones que los representan, las cuales hoy juegan un papel importantísimo en este proceso.
Por todo ello, este es ya el momento justo en el que se debe dar un giro y cambiar en forma y contenido el discurso político de Xóchitl, el cual sin perder su raíz y su esencia que representa una de sus principales fortalezas y sin rebasar la frontera legal para esta etapa del proceso, su narrativa deberá contener ya una clara visión de estado con un enfoque ciudadano, plural e incluyente que haga énfasis en la urgente necesidad de recomponer el escenario de desastre nacional y cambiar el rumbo por el que actualmente se está llevando al país, que es al desfiladero, buscando al mismo tiempo la necesaria e impostergable conciliación y reconciliación nacional que debe prevalecer en todos los mexicanos, a quienes desde las más altas esferas del poder se les ha sembrado y se les sigue sembrando la semilla del odio, del rencor y de la división y la confrontación, en lugar de la unidad nacional.
El país no da para una continuidad del horror como el que hoy se está viviendo y que se manifiesta de múltiples formas y maneras en casi todo el territorio mexicano.
Aguas…
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