Desde mi sofá | Obed Silva
Conforme al registro periodístico, el miércoles 21 de mayo de 2014 un helicóptero oficial aterrizó a las 12:00 horas en la Base Militar aérea número 3 más conocida como “El Ciprés”, en el municipio de Ensenada, Baja California.
Según lo consignó el semanario Zeta en su sección Dichoz y Hechoz del lunes 26 de mayo de 2014, el importante pasajero de la aeronave fue resguardado por el Estado Mayor Presidencial, la Policía Federal y la Policía Estatal Preventiva.
El personaje era ni más ni menos que el poderosísimo director de PEMEX, Emilio Lozoya Austin, quien sin arribar en visita oficial fue atendido por funcionarios de las gaseras que lo llevaron a conocer la planta regasificadora de la empresa Energía Costa Azul, propiedad de la polémica trasnacional Sempra Energy.
Después de ver el avance de los trabajos de Sempra, el altísimo funcionario público fue a la planta almacenadora de gas que construía en esas fechas y en la misma zona el grupo Zeta Gas para después pasar a deleitarse en el Valle de Guadalupe.
Dos años y siete meses después de la secreta visita de Emilio Lozoya a nuestro Estado y ante la caída del 43% en la producción nacional de gas, el gobierno de Enrique Peña Nieto anunció, en enero de 2017, el fin a once años de control del precio público a la venta de Gas LP.
La “liberación” del precio del Gas LP provocó la inmediata importación a nuestro país de inmensos volúmenes de gas sujetos al fluctuante valor internacional del energético.
Lo anterior, generó una espiral en el precio de dicho producto que, de acuerdo con expertos como Jonathan Ruiz Torre del periodico El Financiero, no se detendrá ya que el Gas LP ha resultado ser una materia prima muy apreciada en la industria petroquímica y la demanda que tiene China sobre dicho producto mantendrá su precio a la alza.
Emilio Lozoya Austin, acusado de operaciones ilícitas de dinero, asociación delictuosa y cohecho, hoy goza de libertad y de la protección de la Fiscalía General de la República a cambio de supuestamente atestiguar en contra de servidores públicos y empresarios involucrados en actos de corrupción en la industria energética.
Como consecuencia de la “liberación” de precios al gas LP, en Baja California se intensificó la guerra de las “gaseras” para controlar uno de los mercados de mayor consumo del país y con el más alto precio del energético.
Dicha guerra no cobra como víctimas a los empresarios gaseros sino a los consumidores domésticos que ante la carestía del energético optaron por adquirir Gas LP en pequeños cilindros conocidos como “minitas” de 10 kilogramos. He ahí la razón de que los expendios de gas disfrazados como “estaciones de servicio” más conocidas como “gaseritas”, hayan proliferado tanto por todo Baja California.
De acuerdo con la Comisión Reguladora de Energía, para mayo del 2018 en Baja California existían 6 empresas comercializadoras de gas LP de las cuales, Zeta Gas tenía una capacidad de almacenamiento del 60.2 por ciento seguida por su hermana Silza con el 19.5, Star gas con el 6.9, Kino 6.3, Rivera gas 4.7 y Gaspasa con el 2.3 por ciento, respectivamente.
Conforme con lo anterior, y de acuerdo con lo publicado en las páginas institucionales de Internet de las empresas gaseras, el grupo Zeta Gas domina el suministro de minitas con 53 puntos de venta en el Estado, en su mayoría disfrazados como “estaciones de servicio” (gaseritas) seguida por su hermana Silza con 36 punto de venta de los cuales 32 son “estaciones de servicio” (gaseritas).
Star gas tiene 5, Kino 3, Rivera 2, Gaspasa 2 y por último, los rijosos de Blue Propane que anuncian en su página institucional contar únicamente con 10 “estaciones de servicio” (gaseritas) en Tijuana.
En la pasada semana, del 2 al 7 de agosto, el gobierno federal decidió enfrentar el imparable aumento al precio del gas ya que de acuerdo con la Cofece, el 76% de los mexicanos consumimos gas principalmente para preparar alimentos.
Para tal propósito, el gobierno de Lopez Obrador presentó su estrategia en dos vertientes; una, regresar a la política de fijar “precios máximos al público” en el mercado del Gas LP y dos, anunciar que ofrecerá el energético más barato mediante la marca Gas Bienestar.
Aún y cuando es muy pronto para ver los resultados de la estrategia federal, a la fecha el equipo del presidente Andrés Manuel López Obrador no pudo revertir la tendencia al espiral en el precio del Gas LP al consumidor final por lo que la guerra de las “gaseritas” en contra de los consumidores se pronostica que seguirá causando grandes estragos a la economía de los más pobres.
NOMAS POR JODER:
Inaudito por insólito que regidores y síndicos de Baja California presenten una controversia Constitucional en contra de la misma Constitución por disponerse en esta, que el servicio público de agua y drenaje sea de los municipios.
Si estos regidores y síndicos concursarán por el premio al más ignorante, seguro lo pierden por ignorantes.
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