La Pura Polaka | Jaime Esquer
~ La invasión de EU es inminente
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Mexicali, B. C. 25 de marzo de 2025.- Ni al mejor de los guionistas de películas de misterio y de terror se le pudo haber ocurrido lo que actualmente sucede en México con el gobierno del

partido morena en el poder, que en poco menos de siete años de ejercer ese poder, destruyeron todo lo mucho o poco bueno que había y no hicieron lo que dijeron que iban a hacer, ni corrigieron ni mejoraron nada, pues hoy todo lo que estaba mal y que ya venía mal en el país, ahora está peor.
Y lo que en este breve lapso sí lograron generar en el ánimo del grueso de la población -más allá de los que reciben el cheque bimestral y de quienes están en la nómina gubernamental, incluyendo los chayotazos
– ha sido un sentimiento de desilusión, de abandono y desesperanza, al verse en manos de la delincuencia y olvidados por completo por las autoridades, que nada hacen ni han hecho para cumplir con la obligación más elemental a la que constitucionalmente están obligados, que es la de garantizar la seguridad y la protección para todos los ciudadanos.
Esa es la principal asignatura -de muchas- que no solo está pendiente, sino en la que están totalmente reprobados, pues la película de terror que cada vez sale mas a flote en México es de tal magnitud, que cuando se creía que ya no se podía estar peor, surgen de pronto nuevas evidencias y más testimonios y pruebas de todo tipo, de la peor de las barbaries y atrocidades cometidas por la delincuencia en contra de los ciudadanos, ante la indolencia, la frialdad e indiferencia y hasta la complacencia y complicidad de las propias autoridades, que deberían hacer su trabajo de prevención, atención y vigilancia para defenderlos y protegerlos.
¿Qué fue lo que pasó?
¿Dónde y desde cuándo fue que se perdió el rumbo?
¿Por qué los ciudadanos y las organizaciones de la sociedad permitieron que toda esta podredumbre que hoy sale a flote sucediera?
Porque es innegable y es una realidad -aunque los del gobierno lo nieguen- que hoy las cosas no están mejor a como estaban hasta antes del 2018, ni la gente vive ahora con mayor y mejor calidad de vida, con todo y los problemas, las raterías y la corrupción de los gobiernos anteriores.
Porque a pesar de todo ello la gente hasta hace poco tiempo vivía de otra manera y la sociedad mexicana no estaba dividida ni polarizada, como tampoco estaba confrontada por el odio y el rencor de unos contra otros, confrontación, odio y división que se dio gracias al virus que se generó desde la propia presidencia de México y se inoculó en buena medida en el inconsciente colectivo de grandes masas sociales en el país, como resultado de la obsesiva y enfermiza fijación de un presidente que se ufanó y se afanó en ello todos los días, -en eso sí- utilizando para ese fin la más alta tribuna de la nación y con todos los recursos posibles a su disposición, para transmitir interminables ríos de saliva en un soporífero y opiáceo soliloquio mañanero de lunes a viernes, digno de la peor de las torturas psicológicas y emocionales a la que puede estar sometida cualquier persona.
La realidad es que más allá del discurso y de la negación constante y absoluta de la realidad, como quien esconde el polvo y la basura abajo de la alfombra, nada se solucionó en el país y ni siquiera se atendió, ocasionando que los problemas de todo tipo y con una enorme afectación ciudadana, terminaran finalmente por salir a flote abruptamente, estallando en toda su magnitud y reventándole en la cara a quien hoy ejerce el cargo de presidente de la república, quien es la heredera de lo que se pretendía y suponía sería la continuidad, llamada también la construcción del segundo piso
del régimen de López Obrador, que ahora se mostró y demostró en toda su magnitud que ese fue mas bien el régimen de la destrucción en todos los sentidos.
Y vaya que lo fue, pues la destrucción no solamente fue de instituciones y de organismos gubernamentales que funcionaban bien en los hechos, ni tampoco lo fue solo de obras ni de proyectos de obras, como el del nuevo aeropuerto internacional en tiempos del cierre de la gestión presidencial de Enrique Peña Nieto.
La principal de las destrucciones de AMLO ocasionada a los ciudadanos, fue la de sentirse seguros, confiados y libres de vivir y de realizar todo tipo de actividades cotidianas, sin el riesgo de ser asaltados, secuestrados o muertos, ni las mujeres de ser violadas o desaparecidas, ni los jóvenes de ser levantados, confinados y desaparecidos, como es común actualmente y una constante que se repite y se repite en cualquier lugar de la república, gracias a la política que impulsó y privilegió desde el principio el régimen del obradorato con la delincuencia, pues actuó tal y como lo plantea el sistema educativo Laisser-Faire; esa modalidad francesa que significa dejar ser, dejar hacer y dejar pasar
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Y las consecuencias de todo ello hoy están a la vista, con el México del horror y la tragedia que no termina de salir a flote todos los días, al grado que hasta la prensa más incondicional y los medios inclinados y alineados totalmente al régimen, no pueden ni ocultar ni disimular.
Menos las redes sociales.
Y menos aún la prensa y la opinión pública internacional, principalmente la de Estados Unidos y la de su gobierno.
Porque es una innegable realidad que hoy ya no se pueden hacer las mismas cosas que hasta hace muy pocos años se hacían, como viajar por cualquiera de los 400 mil kilómetros de carreteras que hay en el país, transitando libremente, solos o en familia y apreciando la belleza de los multicolores paisajes naturales que hay en México, al tiempo de visitar y disfrutar también de la rica y variada gastronomía que existe en cada lugar y rincón del país.
Ya no.
Hoy ya no se puede hacer nada de eso.
A como están las cosas sería prácticamente un suicidio hacerlo hoy.
Por todos lados y por donde se vea, en cualquier rubro de la actividad nacional, es un caos y no hay nada bueno de que presumir, por mas dinero y por mas miles de millones de pesos que le inyecten a la publicidad y a la propaganda institucional, a la compra de conciencias de las plumas al servicio del régimen, ni por mas discursos y rollos políticos, la realidad ya no se puede tapar ni disimular y es la que hoy viven a diario los ciudadanos en cualquier punto de la geografía nacional.
A los del partido Morena en el poder les pasó en casi siete años, lo que a los del PRI les tardó 70 años y a los del PAN 12 años; dos sexenios seguidos que duraron en la presidencia (del 2000 al 2012) y 30 años continuos como gobierno en Baja California:
Se desgastaron de volada.
Se embriagaron con el poder.
Se obnubilaron por completo y perdieron el rumbo y la visión de la realidad, sintiéndose y comportándose como los herederos y dueños absolutos de México.
Se ahogaron entre la corrupción, las tranzas, los contubernios, los negocios sucios y la impunidad, haciendo ver ahora como a niños de pecho
todas las tropelías cometidas por los gobiernos anteriores.
Las cosas están mal, van peor y todo apunta a que se van a poner peor de lo peores que ya estaban, tal y como lo dice la Ley de Murphy.
En el partido Morena y en el propio gobierno se advierte ya una clara división, pues aunque se dude, existen ahí algunas cabezas pensantes, que sí razonan y que sí están conscientes de lo que sucede y de lo que viene, por lo que empiezan ya a pintar su raya, a tomar distancia y a prepararse para desembarcar, en caso del naufragio.
¿Qué dirían de todo este cochinero que ha hecho la dizque izquierda
en el gobierno, si vivieran aquellos verdaderos líderes luchadores de la izquierda mexicana, esos que en su tiempo enfrentaron la dureza y la vileza del régimen represor de antaño, cuando el ser de esta corriente o asumirse como tal era casi un suicidio?
¿Como se sentirían al ver esto que sucede hoy con Morena en el gobierno, personajes ilustres de la izquierda mexicana como Valentín Campa, Demetrio Vallejo, Heberto Castillo, Arnoldo Martínez, Vicente Lombardo Toledano y Arnaldo Córdova, entre muchos otros? (este último padre de Lorenzo Córdova, el hoy ex del INE)
De seguro y se morían de nuevo…
Mientras tanto, el partido está partido, pues los de Morena siguen agarrados del chongo, lo mismo que los que están en el gabinete presidencial, no se diga en los bandos de los liderazgos parlamentarios de las cámaras de senadores y de diputados, donde entre ellos se están dando hasta con la cubeta; durísimos los monrrealazos y los adanazos, pero en sus ratos libres bien que se ponen de acuerdo y se van juntitos con el tal Andy
López Beltrán, para ver como le siguen haciendo la vida de cuadritos e intentan reventar una vez más a la del cabello tipo colita de caballo más famosa y conocida del país.
Y en tanto todo eso sucede, los güeros se muestran ya listos y bien puestos para entrar al país (bueno, más bien para que sean sus misiles los que ingresen y sin visa ni pasaporte) como diciéndole Mr. Trump a la inquilina de Palacio Nacional:
Don't worry my dear, I'll take care of everything
…
Lo que traducido al nopal sería algo más o menos como:
No te preocupes querida, que yo me encargaré de todo
…
Aunque luego y ya fuera de cámaras le añadiría:
I'll send you the bill later
…
(Ya después te estaré enviando la cuenta
)…
A la Burger Boy…!!
La película se pondrá imperdible y habrá que agarrar buenos asientos porque ya lo dijo el gringo:
Gonna fly hairs
…
Esta historia CONTINUARÁ.
- El autor es escritor, analista político y creador de contenido.
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