Desde mi Sofá | Obed Silva
Tijuana, B. C. 19 de diciembre de 2021.- A casi un siglo de la fundación del Pri, nuestro país no puede entenderse sin hacer referencia al partido político que durante 61 años de hegemonía electoral, dejó honda huella en todas las instituciones públicas de México.
El pasado 11 de diciembre, el Pri celebró su 23ª Asamblea Nacional y en un artículo publicado el día de ayer en el periodico El Universal, el presidente nacional de ese partido dice que son cinco los mandatos que emitió dicha asamblea.
Alito afirma que el órgano máximo de dirección política del referido instituto le encomendó lo siguiente:
- “Impedir la sustitución de nuestro régimen republicano, representativo, democrático, laico y federal por otro de características centralistas basado en concepciones estatistas, expropiatorias, populistas y de pensamiento único”.
La hegemonía priista ejercida hasta el inicio de los años 90′ y que fue rota con la derrota electoral de 1989 en Baja California, se caracterizó por lo que Alito ahora llama a combatir.
- “Impulsar el diseño del Plan Nacional de Infraestructura del Estado Mexicano con vigencia al año 2050”.
Lo anterior significa que la apuesta de la cúpula priista para lograr su supervivencia es negociar con el gobierno federal el presupuesto necesario para mantener los dos últimos bastiones electorales que les quedan.
- Con miras a las elecciones presidenciales de 2024; “fortalecer las coaliciones electorales para obtener gobiernos de coalición, en términos del artículo 89, fracción XVII, de nuestra Constitución”.
Tardía aceptación de la propuesta que Manlio Fabio Beltrones Rivera impulsó desde el año 2012 como una alternativa a la crisis política del PRI.
- “Ratificar el carácter popular, democrático, progresista e incluyente refrendando la inscripción del Pri en la corriente socialdemócrata de los partidos políticos contemporáneos”.
Definición ideológica impulsada por Beatriz Paredes como dirigente nacional del Pri, y enterrada por el peñanietismo al que Alito pertenece.
- “Una relación bilateral con Estados Unidos que no solo sea de amistad e interdependencia, sino también como aliados estratégicos. Hermandad y solidaridad con Latinoamérica”.
Posición política frente a EE.UU que no es diferente a la que hoy impulsa el gobierno federal con la agravante que desde el sexenio de Miguel de la Madrid, el Pri abandonó la solidaridad con los movimientos populares de Latinoamérica.
Alito finaliza su artículo diciendo: “Estando el PRI unido y orgulloso de su memoria y de su gloria, hago manifiesto, en nombre y representación de toda su Militancia, que el Partido nunca será vasallo de nadie, ni comparsa de un poder ajeno”.
En política el “gatopardismo” significa cambiar todo para que nada cambie.
La cita original de la paradoja expuesta por Giuseppe Tomasi di Lampedusa expresa la siguiente contradicción aparente: “Si queremos que todo siga como está, es necesario que todo cambie”.
De esa manera Alito proclamó que el Pri ya no es neoliberal ni populista sino todo lo contrario.
¡Nomás por joder!
Para continuar con la política centralista, absolutista y autoritaria con la que gobierna al PRI, Alito se autopostulo como candidato a presidente de México para el 2024.
Con eso, Alito se garantiza una senaduría en su futuro.
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