La Pura Polaka | Jaime Esquer D.
~Morena podría perder la elección en B. C.
Mexicali, B. C. 23 de noviembre de 2023.- Se dice que en la vida no hay casualidades sino más bien son causalidades; es decir, el resultado de la relación intrínseca entre causa y efecto como principio que aplica a todo; desde el universo físico, el propio planeta, la naturaleza, el medio ambiente y a todos los seres vivos,
incluyendo a las personas y su comportamiento en la organización social que hayan decidido darse, donde se incluye por supuesto la actividad política y todo lo que ella conlleva.
En este sentido, la causalidad se establece como un principio inmutable e infinito, porque se da una especie de encadenamiento entre las causas y los efectos en un proceso sin fin, pues toda causa es efecto y a su vez ese efecto se convierte en otra causa de un posterior efecto y así sucesivamente se repite de manera infinita.
Sería algo así como la “dialéctica del universo y de la naturaleza”, pero para no hacernos bolas, como dijera Salinas de Gortari, mejor ahí la dejamos y le entramos al análisis de la política, asumiendo los riesgos de cruzar por ese terreno tan falso y sumamente pantanoso, cochino y traicionero.
Qué buen circo se traen los morenos con eso de que ahora todos quieren ser presidentes municipales, senadores, diputados, síndicos, regidores y hasta suplentes de lo que sea.
De repente les surgió un profundo amor por “el pueblo” y ahora todos se quieren sacrificar y andan como caballos locos desbocados sobre las candidaturas, porque están super confiados y convencidos de que la campaña será solamente un trámite, pues igualito a como sucedía en los tiempos de gloria del PRI y del PAN, al que pongan de candidato con las siglas de morena ese va a ganar en automático.
Así sea un ilustre desconocido o un perfecto burro analfabeta.
En este sentido, no es ninguna casualidad que Jaime Bonilla esté presente en el escenario político, sino una causalidad y seguramente jugará un papel de mucho peso, tanto que podría incidir en los resultados electorales, donde lo menos que esperaría es contribuir a que los candidatos de morena no ganen.
Es decir; los mismos que hace poco tiempo eran sus hombres y mujeres de confianza, sus aliados incondicionales, sus socios en el proyecto político y en los negocios y sus más “fieles y leales” colaboradores.
Y lo más que podría esperar es que ganen él y sus candidatos las principales posiciones políticas de poder en la entidad.
En este caso las alcaldías de Tijuana y Mexicali por lo menos y el control del Congreso del Estado.
Ello sería una derrota política para sus antiguos aliados y al mismo tiempo la consumación de su venganza.
Y es aquí en este punto donde se puede apreciar también la relación alusiva al encadenamiento infinito de causa-efecto-y causa-efecto y así sucesivamente, pues de esta caterva de vividores que llegaron en el 2019 surgió y se le dio forma al gobierno siguiente, donde las actitudes de simulación, de transas, de falta de resultados y particularmente la gravedad de los problemas, no solo continuaron en esa administración posterior, sino que la situación se puso todavía peor.
Muchos de estos personajes son los mismos que ahora sin el menor rubor y sin una pizca de dignidad ni vergüenza buscan ser candidatos para luego ser gobierno.
Porque solo hay que recordar que empezaron a hacer negocios oscuros desde la misma campaña en el 2019 y ya después, con apenas cuatro semanas como gobierno, el 27 de noviembre del 2019 se detonó una tremenda bomba por los moches puestos al descubierto, operados en una triangulación, piloteados presuntamente por Amador Rodríguez Lozano desde la secretaría general de gobierno, como la aparente cabeza principal de ese culebrón político que constituyó una tremenda quemada a nivel nacional, entre muchas otras tropelías que hicieron después.
Muchos de estos personajes siguieron en el gobierno como si nada y otros son actualmente legisladores o están en actividades privadas, pero todos se muestrean y mueven sus contactos para lograr ser candidatos de lo que caiga.
Por ello es que la política está tan desprestigiada, deteriorada y mancillada como consecuencia de la serie de políticos ratas, chafas, improvisados, mediocres y aventureros que han llegado a los primeros cargos del poder y no solamente en el estado, sino en el país.
El intempestivo arribo de este tipo de personas a los altos cargos del gobierno representa la causa, mientras que el efecto de ello es el desastre y la falta de resultados que originaron, pero este efecto a su vez se convirtió en una causa que originó otros efectos negativos posteriores de mayor magnitud, constituyendo lo que comentábamos anteriormente; una cadena infinita de sucesos negativos que se repiten y se repiten, porque ese mal, -que es la causa- es de origen y se debe precisamente a la llegada de malas personas a los mandos del gobierno.
Y no es solo privativo de los morenos que están actualmente en el gobierno, sino que viene de mucho más atrás.
El mal es de origen.
Porque desde el principio llegaron al gobierno personas impreparadas y sin los perfiles adecuados ni la experiencia, capacidad, formación y vocación de servicio requerida para la compleja tarea de gobernar y de administrar rigurosamente y con absoluta honestidad los recursos de los ciudadanos.
Es la ley de la causa y efecto.
Por todo ello, no es casualidad que haya malos gobiernos con malos resultados.
Es causalidad.
MORALEJA:
Para que haya buenos gobiernos y romper la cadena infinita de causa-efecto-causa-efecto, se requiere entonces que al gobierno lleguen buenas personas que sean buenos ciudadanos.
Buenas personas hacen buenos gobiernos. Malas personas hacen malos gobiernos.
Silogismo para principiantes; barato pero efectivo.
Y aclarando que el calificativo “bueno” abarca todo.
Y todo es todo; pues alguien no puede ser medio bueno porque entonces sería también medio malo…
Conclusión; el adjetivo “buena persona” abarca y comprende todo.
¿Y por qué “el factor Bonilla”?
Y regresando con el “innombrable” Jaime Bonilla, porque él es la causa y el responsable en muchos sentidos de que hoy estén las personas que están en los principales mandos del poder en Baja California.
Porque a la mayoría él los formó; él los impulsó, los puso y los alineó y hasta cierto tiempo también los controló desde que era diputado federal, líder de morena, delegado federal, senador y gobernador del estado, aunque ya después algunos lo cortaron, lo desconocieron y tomaron distancia cada quien por su lado.
Él es entonces un claro ejemplo de la ley de la causa y efecto aplicada a la política, tal y como fue descrita anteriormente.
Bonilla fue el padrino, impulsor, protector y mentor político de Armando Ayala, a quien llevó a la alcaldía de Ensenada y fue su apuesta para la gubernatura en el 2021.
Lo mismo sucedió con la alcaldesa de Tijuana y anteriormente diputada Montserrat Caballero y de igual manera con otros más, como la alcaldesa de Rosarito Aracely Brown.
Igual pasó con la mayoría de los diputados de la anterior legislatura y con el delegado federal Jesús Alejandro Ruiz Uribe, quien solamente se le despegaba a Bonilla cuando iba al baño y cuando dormía.
De la misma forma con Catalino Zavala Márquez, a quien hizo diputado local y luego secretario de educación, no obstante que no tenía carrera afín ni formación académica para ello; tampoco experiencia docente, ni administrativa en el sector ni antecedentes de haber trabajado en el tema educativo y en muchos años no pasó ni a dos cuadras por una escuela, pues siempre fue un hábil político chapulín metido en la grilla, que brincaba de un partido a otro, digno de ingresar al libro de Guinness al ser cinco veces diputado local y con diferente partido político.
El buen _“Tracalino”;_ como le dicen sus compas…
Y así como estos ejemplos hay muchísimos otros de personajes que antes de Jaime Bonilla eran unos completos desconocidos, pero tomados de su mano y amparados por su protección fue que llegaron al gobierno, donde como bucaneros tomaron todo por asalto; unos en el poder legislativo como diputados, otros en el ejecutivo al formar parte de su equipo ya como gobernador y otros más en las alcaldías, a pesar de que la mayoría eran unos inexpertos que no sabían ni la o por lo redondo en temas gubernamentales.
Bonilla fue la causa.
Y el efecto fue el completo despapaye que todos hicieron, que a su vez se convirtió en causa con efectos posteriores todavía peores, como se advirtió después con el desastre financiero que dejaron en el gobierno, la falta de resultados y el brutal saqueadero y las transas y negocios que hicieron, a decir de los propios empleados y trabajadores y de lo denunciado en los propios medios de comunicación.
La ley de la causa y el efecto se repite hasta el infinito.
Pero un caso especial fue el de Marina Ávila, la hoy mandataria del estado, quien gracias a Jaime Bonilla fue como llegó primero a morena y de ahí al estrellato, pues en cuestión de pocos meses se vio favorecida por la buenaventura política.
Conoció a Jaime Bonilla cuando al visitar a un joven empresario que tenía su oficina en una gran plaza al oriente de Mexicali, ubicada en el mismo piso donde estaba el despacho de Bonilla, sucedió que al verlo llegar le preguntó a su amigo que si lo conocía, a lo que le respondió que sí, por lo que le pidió de inmediato que la presentara con él.
Así fue como se dio el primer encuentro.
Jaime Bonilla se quedó impactado por la belleza y la simpatía de “la muchacha”, comentó el joven emprendedor que así le expresó después, por lo que hicieron buena química y se inició una relación de trabajo y colaboración que pronto rindió frutos, pues no obstante haber perdido en el 2016 cuando compitió para la diputación del tercer distrito en Mexicali ante la panista Victoria Bentley, a la joven mexicalense de repente se le alinearon las estrellas, ya que impulsada por Bonilla fue candidata a diputada federal en el 2018, donde gracias a la enorme ola que representó López Obrador ganó fácilmente, al igual que ganaron arrolladoramente todos los que compitieron en esa ocasión, barriendo prácticamente con los partidos de oposición que nada pudieron hacer ante ese gran fenómeno popular.
En la diputación federal en la que inició funciones el primero de septiembre del 2018, la joven Ávila Olmeda dio varios traspiés en su proceso de aprendizaje a base de ensayo y error, pues fueron memorables los deslices en los que incurrió en algunas entrevistas, al igual que en su desempeño legislativo, pero finalmente agarró las tablas políticas requeridas y salió adelante, aunque a los seis meses y días, cuando apenas iba calentando la curul, solicitó licencia a ese cargo para buscar ser candidata de morena a la alcaldía de Mexicali.
Logró la candidatura y ganó la elección compitiendo contra el panista Gustavo Sánchez Vásquez, quien buscaba la reelección.
Marina Ávila fue declarada alcaldesa electa, todavía siendo diputada federal con licencia y el primero de octubre del 2019 tomó la protesta, permaneciendo en ese cargo poco más de 17 meses, ya que en marzo del 2021 solicitó de nuevo licencia, ahora para competir por la gubernatura del estado.
Un caso para los libros de marcas, pues era diputada federal y pidió licencia para dejar ese cargo y luego se convirtió en alcaldesa y también pidió licencia para dejar ese otro cargo; es decir, licencia sobre una licencia y las dos con vigencia.
El colmo ahora sería que también pidiera licencia a la gubernatura…
Apenas lleva dos años.
Dicen que ya le anda…
Y los _“marinelos”_ -como se conocen y se auto nombran los morros de su círculo rojo- aseguran que la jefa ya pronto se va a ir a México.
Unos comentan que al gabinete, pero los más viajados de ese reducido grupo dicen que va como relevo en lugar de YSQ…
Mejor que rolen el rooster pa’ andar iguales…
Como sea, hoy el factor Bonilla está más que presente y generando mucho ruido, por lo que es altamente probable que incidida fuertemente en los resultados electorales.
No son buenas noticias para morena, especialmente para el grupo político que actualmente detenta esa marca en el estado.
_.“Del plato a la boca se cae la sopa”._
Pero seguiremos con el tema en el próximo número…….
* El autor es escritor y analista político, su opinión no refleja la línea editorial de este medio
Más historias
Carta para Donald Trump
El Issstecali debe ser autosustentable
Nacerá un nuevo Partido Político