Por Xavier Carvajal
Nadie, en la elección del 2 de junio de 2019, se podría haber imaginado, el magro error de confiar el voto para Gobernar en Baja California, a una persona que se ha distinguido por ejercer el poder, no para servir; sino para satisfacer una muy personal ambición, como resulta ser, el tener la capacidad de decidir por millones de ciudadanos y ejercer el poder, con lujuria!!. Así lo hemos percibido, o mejor dicho, sufrido, con el gobierno del Ing. Jaime Bonilla Valdez.
En efecto, al gobernador Bonilla, quien fuera director general del club de béisbol profesional Potros de Tijuana, Director del diario “Baja California” y propietario de un consorcio televisivo y radiofónico, muy poco o nada le interesa el Presidente López; ni la Cuarta Transformación; ni Morena; lo que le mantiene ocupado, es la lujuria por el poder; ese sentimiento que penetra en lo más profundo de las entrañas del ser humano, comparado al torrente sanguíneo que corre por las venas, ávido de mantener palpitando al órgano vital de cualquier ser, animal o racional: el corazón.
Sin temor a equivocarme, con seguridad puedo señalar, que al despertar cada día, su pensamiento, no se lo dedica al pueblo de Baja California, ni siquiera del cómo gobernar o administrar la Entidad o que acciones o inversiones implementar para el beneficio de la ciudadanía; no, su mente se encuentra profundamente dedicada al lujurioso poder; si, ese mismo que pretendió, mediante una reforma, ampliar a 5 años su gobierno y que fuera declarada inconstitucional por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que truncó su aspiración; pero no su ambición. Esto es que, su poder, lo ha pretendido transformar, prolongar y mantener, con una corriente política: “El Bonillismo”.
Aprovechando la mayoría de Morenistas en el Congreso del Estado, y el absoluto control sobre Diputados con licencia, como Montserrat Caballero, Miguel Angel Bujanda Ruiz, Juan Manuel Molina Garcia y otros, ha emitido y promulgado una serie de reformas, encaminadas, principalmente, a cómo recabar más y más impuestos; como lo hizo con el impuesto a ludopatas por sus apuestas; a los propietarios de gasolinas por el medio ambiente; a transportistas por servicio Mobil; cobros por la CESPT de sumas exorbitantes e ilegales, por dudoso consumo de agua. Recaudación, que mucho se comenta, gran parte de ella, ha sido destinada para propaganda electoral de los candidatos de Morena, buscando perpetuarse en el poder y evadir la responsabilidad por la comisión de delitos cometidos en la función.
En menos de dos años en el cargo, su gobierno, se ha convertido en un órgano tributario, que no deja de preocupar y causar daño, a empresarios y ciudadanos en general, con acciones ilegales, cómo la pretendida expropiación del “Club Campestre”.
La construcción de la corriente “Bonillista”, pretende concretarla, además de los legisladores antes mencionados, mediante su gabinete, cuyos integrantes, de una u otra manera, han permanecido en el poder; entre ellos, de manera particular podemos señalar, al Secretario General de Gobierno, Lic. Amador Rodriguez Lozano, de quién, es de todos conocido, que en su curricula cuenta, el haber sido, durante décadas, Secretario de Organización Política del CEN del PRI, más conocido en tiempos electorales, como “El alquimista”, ya se imaginarán Ustedes amigo(a)s, del porqué de ese alias. Ha ocupado cargos de Diputado Federal, Senador de la República; Procurador de Justicia en el Estado de Chiapas, tiempo en el que se le adjudica un enorme y polémico decomiso de droga, que después resultó ser “talco para bebé”. Con estos antecedentes, los Abogados de la defensa jurídica del voto del Ing.Hank, habremos de cuidar más la elección de éste 6 de junio.
Otro personaje, que al parecer padece del mismo mal, es Mario Escobedo Carigñan, actual titular de la Secretaría de Economía Sustentable y Turismo, quien fuera Presidente de CANACO y del Consejo Coordinador Empresarial, ha pretendido ser candidato a Gobernador de B.C. y la Presidencia Municipal de Tijuana; funciones que, dudo mucho, lo haga con el limpio espiritu de “servir al pueblo”.
Catalino Zavala Márquez, quien apenas en marzo pasado, solicitó licencia para dejar la Secretaria de Educacion, para irse a coordinar la candidatura de Marina Del Pilar Avila para gobernadora de Baja California, que sin duda lo hace con intereses muy alejados del bienestar ciudadano; más bien, solo quiere mantener el status quo y regresar al pasado, en búsqueda de obtener mayor poder, como el que ha ejercido como diputado local por varios períodos.
Otro más, es el titular de la Secretaría de Hacienda, Rodolfo Castro Valdez, quien solicitó licencia porque se va a la campaña de Alfonso Durazo quien busca la gubernatura del Estado de Sonora.
Bueno, aquí le dejamos, porque sería interminable la lista de políticos que por sus venas corre la sanguínea corriente de la “lujuria del poder”; que bien me hacen recordar al legendario “Chupacabras”.
Al tiempo amigo(a)s…al tiempo.
El columnista es abogado y analista político
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