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Dos inicios y un final

Desde mi sofá | Obed Silva

Tijuana, B. C. 29 de septiembre de 2024.- En la semana que comienza, seremos testigos de tres acontecimientos que marcarán la vida política y social de México y de Tijuana, Baja California.

El primero tiene que ver con la conclusión del ciclo sexenal pero también con el final de la prolongada actividad política de Andrés Manuel López Obrador, según lo ha dicho en reiteradas ocasiones, el citado personaje.

Sin duda, la cúspide de la larga carrera política del Presidente de México se corona con la obra que plasmó en la historia nacional y que durará muchas décadas. 

Durante los próximos años el sexenio que termina, continuará siendo motivo de acalorados debates. 

Llegado  el plazo sexenal, los aciertos, errores y claroscuros del periodo lopezobradorista podrán ser mejor apreciados, tanto para la crítica, como para la evaluación objetiva.

Al final de cuentas, se cierra el ciclo más importante en la historia de México del presente siglo e inicia otro que buscará continuar con lo emprendido.

El segundo suceso de relevancia nacional será la toma de protesta de la primera mujer Presidenta de México, acontecimiento que rompe un paradigma centenario para fincar otro que abona a la esperanza de una vida mejor. 

Como su antecesor, Claudia Sheinbaum representa la lucha de varias generaciones de una izquierda que empujó durante décadas para que hubiera una verdadera transformación en la vida de los mexicanos, buscando que los anhelos de justicia social y democracia dejen de ser letra muerta en nuestra Carta Magna.

Consolidar una presidencia con personalidad propia y fortalecer la conducción de nuestro país hacia el propósito de lograr la “prosperidad compartida” son, en mi opinión, los principales ejes del naciente sexenio.

En el ámbito local, el arribo de un nuevo equipo para la administración de la ciudad de Tijuana resulta trascendente. 

Con el XXV Ayuntamiento, serán  tres los gobiernos morenistas que de manera consecutiva dirigirán a nuestra comunidad. 

La confianza otorgada por los ciudadanos a los morenistas les brinda de nuevo la oportunidad para construir una administración municipal cimentada en los principios de la 4T.

Los pronunciamientos que a lo largo de los últimos seis meses ha hecho el próximo Presidente Municipal de Tijuana, marcan la línea discursiva del compromiso que tiene como líder del futuro gobierno de la ciudad.

El ideario lopezobradorista de No robar, No mentir y No traicionar al pueblo, continúa siendo el mandato alrededor del cual se debe construir la agenda del próximo gobierno municipal.

Hasta hoy, los nombramientos anunciados para ocupar las principales carteras municipales mandan un fuerte mensaje de identidad morenista.

La mayoría de los recién nombrados denotan la raigambre partidista aunque también dejan claro la carencia de la necesaria experiencia en materia de la administración pública.

Construir la nueva clase política gobernante no es fácil y requiere de una etapa de aprendizaje, consolidación y madurez. 

Nuestra experiencia en materia de alternancia política en los gobiernos de Baja California así lo demuestra. 

El proceso para la conformación de una estructura administrativa del periodo panista duró varios años y en el caso de la etapa morenista no será la excepción.

La diferencia estriba en que los morenistas no contarán con el mismo plazo de gracia que tuvieron los panistas, así que el compromiso de poner por delante “primero los pobres” aunado a su talento, pero sobre todo a su convicción, son los elementos que podrían hacer posible cumplir con los objetivos de la cuarta transformación en nuestra ciudad. 

¡Nomás por joder! 

Muchos panistas están enojados por la “cargada” en favor de Lizbeth Mata. ¿Pensaron que Marko Cortez dejaría que le ganarán a su ahijada? 

La opción para los inconformes es sumarse al nuevo partido que fundara Xóchitl Gálvez.

• El autor es abogado, servidor público y analista político.