Colosio se niega a morir

Desde mi Sofá | Obed Silva

Tijuana, B. C. 5 de diciembre de 2021.- La estrecha calle estaba abarrotada y era casi imposible salir del lugar. Lo sinuoso del terreno complicaba a los asistentes caminar pero aún así se apretujaban buscando un buen sitio desde donde ver al candidato.

A pesar de que el lugar escogido no brindaba la posibilidad de controlar a los asistentes, los responsables de la campaña decidieron que ahí fuera el acto de proselitismo electoral.

Unas viejas tablas hacían de puente sobre el arroyo de aguas negras que aún corren desde el Aeropuerto Internacional de Tijuana.

El destartalado puente de madera podrida fue el paso obligado del aspirante presidencial para subir a la caja del “pick up” que sirvió de templete en donde diera su último discurso como candidato.

Es probable que quienes decidieron el lugar en donde aconteció el tétrico hecho buscaban que el candidato se viera informal, diferente a la imagen tradicional y sobre todo en un escenario de pobreza real.

Si la anterior hipótesis fuera cierta, el resultado obtenido fue diferente ya que en el lugar escogido asesinaron a quien seguramente sería Presidente de México.

Como suele suceder con los magnicidios, el aparato estatal armó un gran equipo de investigación para dar con los responsables del homicidio aunque desde el primer momento la idea del “asesino solitario” prevaleció.

En el largo camino para reforzar la hipótesis de que solamente una sola persona había sido el autor intelectual y material del crimen de Colosio se interrogaron a cientos de personas y se acumularon miles de hojas en gruesos expedientes con todo tipo de indagatorias para que no quedará la menor duda del “asesino solitario”.

A veintisiete años del magnicidio, la Comisión Nacional de Derechos Humanos emitió el pasado 29 de noviembre un boletín en donde afirma:

“Es convicción de este Organismo Autónomo Constitucional que ha llegado el momento de abrirle paso a la verdad. Y no sólo por ser un hecho relevante del pasado cuya aparente resolución dejó en la mayor parte de la sociedad un sentimiento de decepción, frustración e impunidad, sino porque se trata de hechos que pueden repetirse y que tocan intereses vigentes y muy activos en el presente”.

Al efecto la CNDH apoyada en su recomendación 48VG/2021 asegura que; “…V (Mario Aburto) fue torturado desde su detención el día 24 de marzo de 1994, al igual que algunos miembros de su familia, él de manera reiterada hasta años recientes, las autoridades lo sabían, cómo lo supieron en su momento los responsables de la investigación y la propia Comisión Nacional, y a pesar de eso lo minimizaron y hasta desautorizaron con tal de sostener la versión oficial del “asesino solitario”.

La CNDH agrega; “Al cúmulo de deficiencias, omisiones y violaciones al debido proceso que se tuvieron con motivo de la investigación del asesinato del entonces candidato presidencial, se suma esta circunstancia que hace obligado revisar el caso, y ofrecerle justicia y verdad no sólo a las víctimas, entre las cuales debe incluirse de manera preponderante a la familia del asesinado, sino a toda la sociedad mexicana”.

De llegarse a demostrar legalmente que a Mario Aburto (“el asesino solitario”) le fueron vulneradas sus garantías individuales, le fue arrancada bajo tortura su confesión como prueba fehaciente del delito imputado y no se observo en su juicio el debido proceso, es probable que pudiera obtener su libertad.

Si lo anterior aconteciera tendría que reabrirse la investigación policiaca para sustentar o plantear otra hipótesis.

NOMAS POR JODER:

En su columna de este día en sdpnoticias, el reconocido periodista Federico Arreola comenta; “el destino del héroe trágico es permanecer en la memoria de su pueblo”, y afirma que Luis Donaldo Colosio Murrieta es nuestro último héroe trágico.

Colosio se niega a morir y hoy su hijo ocupa el tercer lugar en una encuesta de posibles candidatos a la presidencia de México en 2024.