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Claudia no va bien

La Pura Polaka | Jaime Esquer D.

“Lo que mal empieza mal termina”

Mexicali, B. C. 11 de marzo de 2024.- A diez días de la campaña presidencial, ya es posible perfilar muchas situaciones que permiten visualizar el rumbo que están

tomando las candidaturas, al igual que el probable desenlace que pudieran tener al momento de la elección el domingo 2 de junio del presente año.

Los errores de la candidata oficialista Claudia Sheinbaum y su equivocada estrategia de arranque, en el sentido de la inocultable dependencia del presidente hasta en el discurso y en el modo de hablar, así como la sobreprotección absoluta que hay sobre su persona y el no dejarla ser ella misma, al igual que el manejo de su agenda donde le permiten solamente actos en auditorios cerrados y perfectamente controlados, la ha hecho verse como una figura endeble, manipulable y sin identidad propia ni carácter.

De igual manera resalta el hecho de no dejarla acudir a eventos que su equipo ha considerado de alto riesgo, ya que en actos no controlados por la maquinaria del poder pudiera estar expuesta a temas candentes y de actualidad, con el riesgo de preguntas duras y cuestionamientos incómodos fuera del guion, que la podrían arrinconar y hacerla ver todavía más mal.

Ello, en lugar de beneficiarla le ha perjudicado en su imagen  ante la percepción ciudadana, -más allá de las toneladas de dinero que le han inyectado y del indiscriminado derroche en  propaganda y publicidad, así  como de las encuestas hechas a modo para hacerla aparecer inalcanzable- pues la han presentado ante la opinión pública nacional  como una candidata sumisa a las decisiones y órdenes del presidente, además de vulnerable y temerosa, dando con ello sólidos argumentos a los opositores para criticarle duramente esas posturas, tal y como se ha evidenciado con rudeza en las redes sociales,   donde  le ha  llovido durísimo y sin parar, con fuertes críticas en prácticamente todas las plataformas que son actualmente los principales medios de comunicación e interacción de un amplio sector de la sociedad mexicana, principalmente entre los jóvenes, que son quienes más las utilizan, dejando cada vez más lejos y  atrás a los medios tradicionales. 

(De acuerdo al INE, el padrón electoral nacional total está ya casi en los cien millones de electores, de los cuales poco más del 30 por ciento lo integran personas jóvenes de entre 18 y 29 años; es decir, alrededor de 30 millones de potenciales votantes, de ahí la importancia de lograr conectar con este importante segmento poblacional.)

Ejemplo de los vaivenes en los que traen a la candidata Sheinbaum fue la cancelación de última hora de su viaje a Estados Unidos, donde la opositora Xóchitl Gálvez tuvo un desempeño exitoso al presentarse en varios foros representativos de esa nación, en los que atendió y respondió de manera libre, abierta y sin condicionamientos todo tipo de entrevistas y preguntas sobre temas gubernamentales y políticos de México y del ámbito internacional, dejando en claro las enormes tablas políticas adquiridas y su valor como candidata de oposición,  al hacerle frente a todo tipo de  cuestionamientos y temas sin la menor restricción o condicionamiento previo.

Trascendió que, por el contrario, Claudia Sheinbaum canceló su asistencia que ya había confirmado previamente, porque supuestamente no le aceptaron enviarle por anticipado el guion de las preguntas por escrito que había solicitado, como una de las muchas condiciones que pidió para acudir. 

Obvio que la batearon.

Ella y su equipo reflejaron el total desconocimiento que tienen de lo que es la prensa, especialmente la de Estados Unidos.

Y ello hasta cierto punto es entendible, pues la visión del periodismo y de los medios de comunicación en la llamada “cuarta transformación”, es la de las conferencias mañaneras del presidente López Obrador, donde de lunes a viernes participan varios actores que la hacen de reporteros y actúan bajo guion una parodia de sumisión y lambisconería en la que se denigra el papel, el perfil y el profesionalismo de los periodistas de verdad y su trabajo en los medios impresos, audiovisuales y digitales.

Pero lo mismo sucedió cuando Sheinbaum canceló -también de última hora- una importante reunión con los principales industriales del país, al igual que el foro convocado por CityBanamex donde participaron los principales empresarios hombres y mujeres de negocios de México y de buena parte del continente, evento al que tampoco asistió la candidata morenista, pese a que también había confirmado previamente su asistencia.

Se dijo que al interior de su bunker de estrategia política (los conocidos como “War Room”, aunque en este caso la estrategia se resume en “lo que ordene AMLO”)  se había evaluado que la afectación a su imagen como candidata presidencial por asistir a ese evento sería mucho mayor que la de no asistir, por lo que se optó por cancelar su participación y con ello la señora Sheinbaum simplemente  no tuvo opción.

Ahí, ante los personajes más poderosos del país que son quienes mueven la economía en prácticamente todos los rubros y sectores de la vida nacional, la nativa del estado de Hidalgo Xóchitl Gálvez Ruiz, como candidata presidencial de la alianza opositora le metió tremendo gol a Claudia Sheinbaum, al partido morena y al propio presidente López Obrador, pues aprovechó los reflectores nacionales e internacionales ante una cancha sin portero y sin defensas, haciendo una amplia exposición  de la realidad nacional actual, de su plan,  visión y compromisos  de gobierno y de los retos que se habrán de enfrentar de inmediato para recuperar el país y reconstruir el desastre que está dejando el mandato del presidente López Obrador y su errática política en  materia de seguridad, salud, educación, economía y medio ambiente, entre otros temas.

De acuerdo a los analistas de la política nacional, Xóchitl se vio en ese evento ya como debe verse y conducirse un presidente; con firmeza, liderazgo y tablas políticas, además de amplios  conocimientos acerca de la realidad del país, pues con una natural fluidez hizo una verdadera radiografía de todo lo que está pasando, sus causas y las posibles soluciones, haciendo un llamado a la unidad nacional, en contraste a los llamados al odio, a la división y al enfrentamiento que hace y que a lo largo de todo su gobierno ha hecho el presidente López Obrador.

Se vio bien, incluso algunos opinaron que estuvo magistral.

La verdad es que sí la regó doña Claudia con no haber ido a ese importantísimo evento, aunque es obvio que no lo decidió ella, pero no es escondiéndola y evadiéndola de la realidad (al estilo AMLO) como va a avanzar en el ánimo de la población, aunque para ganar le están apostando a la marca morena, a la gran maquinaria electoral que ya están desplegando casa por casa, a las dádivas y al poder económico y político del gobierno y de la nómina, así como a la fuerza que creen todavía tiene el propio presidente, al igual que al apoyo de los grupos delincuenciales, tal y como ya se comprobó que sucedió en las elecciones del año 2021 en varios estados del país donde se renovaron las gubernaturas.

Sin embargo, se teme que eso no será suficiente para imponerse a una cruda realidad de desgaste, simulación y mentiras, pero en particular, del tremendo deterioro en la imagen presidencial y del propio gobierno morenista, ante la ola de evidencias y testimonios de corrupción y complicidad desde el poder, que todos los días y de múltiples formas,  colores y sabores brotan por todos lados.

Y a eso se le suma la enorme molestia e irritación social existente, a causa del abandono e indiferencia de las autoridades ante  los grandes problemas que existen y crecen y crecen sin atenderse ni solucionarse en el país, principalmente en materia de inseguridad y violencia de todo tipo, que acumula ya la terrorífica cifra de casi 182 mil asesinatos de alto impacto.

Y a ello habría que sumarle también las crisis de salud, la económica y la de migración internacional y nacional, así como la creciente e imparable inflación que ha hecho que millones de familias ya no puedan cubrir ni siquiera lo mínimo de una canasta básica de alimentos, pues hay ahora una mayor pobreza con casi cinco millones más de personas en esta condición que los que ya había en el 2018.

Todo ello está registrado en los propios datos oficiales del gobierno, no en los “otros datos” a los que a cada rato alude el presidente cuando no tiene respuestas a la realidad de todo lo que acontece o simplemente cada vez que requiere evadirse de esta realidad y salirse por la tangente.

La política es en muchos sentidos el resultado de las circunstancias y de las estrategias que pueden influir para determinar el éxito o el fracaso de un político, pues una frase mal pronunciada o mal entendida, un error, una respuesta equivocada, al igual que una actitud timorata, evasiva o temerosa en un debate, foro o entrevista, bien puede generar una percepción negativa en el electorado y dar al traste con una imagen construida en años de carrera.

Ejemplos de ello sobran.

En México, en Estados Unidos y en cualquier parte del mundo.

El primer debate presidencial en México fue apenas hace 30 años, en 1994, cuando un nervioso Ernesto Zedillo (quien sustituyó a Luis Donaldo Colosio, el candidato priísta asesinado en pleno acto de campaña en un evento en Tijuana) se enfrentó a los opositores Diego Fernández de Ceballos por el PAN y Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano por el PRD; dos contendientes muy duros y con grandes tablas políticas para debatir todo tipo de temas de la vida nacional. 

El resultado percibido por la mayoría de la población que estuvo atenta a ese inusitado acontecimiento, -transmitido en vivo por la televisión en cadena nacional- fue que Diego Fernández de Ceballos apabulló y casi aplastó con su encendida oratoria al candidato del PRI, seguido de Cuauhtémoc Cárdenas, que igual lució imponente ante un disminuido Ernesto Zedillo, quien de plano no pudo con el paquete, pues no era político y su formación no era esa precisamente, sino su fuerte era la academia y la parte económica y administrativa del gobierno.

Pese a todo ello y a los tumbos, desaciertos y desencuentros que tuvo durante la campaña y a la dura problemática social y a la crisis económica que azotaba al país en ese 1994, el PRI echó a andar toda su maquinaria electoral que sabía mover muy bien, más el apoyo de la fuerza del gobierno, de la nómina y sobre todo del dinero, -sumado al clima de miedo e incertidumbre que prevalecía- el PRI con su candidato Ernesto Zedillo logró ganar la presidencia de la república una vez más, en medio de un mar de especulaciones, ya que luego del debate presidencial y de la tunda que Fernández de Ceballos le pusiera a Zedillo, el panista barbón candidato presidencial prácticamente se desapareció del escenario político nacional -inconcebible para un candidato en plena campaña electoral- y sin  dar mayores explicaciones no tuvo actos ni eventos, entrevistas o apariciones durante casi 15 días, lo que fue aprovechado por el priísta al tener prácticamente la cancha libre, casi totalmente para él solo.

Se especuló que al “jefe Diego”, como le apodaban al panista, le pusieron una tremenda regañada porque se había “pasado” en el debate al casi noquear al candidato oficialista del régimen, Ernesto Zedillo, razón por la que se dijo, desapareció del radar político.

Ahora y 30 años después, el primer (serán tres) debate presidencial 2024 se llevará a cabo el domingo siete de abril, en poco menos de un mes, por lo que ya se verá “de qué cuero salen más correas”, como reza el refrán, si es que a la señora Claudia Sheinbaum no deciden de última hora cancelarle el permiso para que asista, a ese que será sin duda un encuentro histórico entre dos posturas y dos visiones de país diametralmente distintas y opuestas entre sí.

Y de la tercera candidatura que es la del partido Movimiento Ciudadano, cuyo representante es el emergente Jorge Álvarez Maynez, ni al caso, pues apenas y se está dando a conocer, ya que ni en su cuadra sabían de él, pero por lo poco, ha quedado más que en evidencia que es el patiño de morena para hacerle el “caldo gordo” a la verdadera oposición representada en Xóchitl Gálvez, a quien el del partido color naranja no ha tenido reservas en atacar cada que puede.

No así en el caso de Claudia Sheinbaum…

Pero esa es la política…

Y al que no le guste que no le entre.

Mientras tanto, el reconocido y polémico periodista Carlos Loret de Mola (muy querido y sumamente apreciado en Palacio Nacional) ya amenazó con sacar a la luz el siguiente número de la saga de investigación denominada “El Clan”, donde está destapando el jediondero de la cloaca morenista, desnudando con  testimonios, documentos y grabaciones con pelos y señales, la tremenda corrupción, la red de complicidades y el cochinero que a lo largo de cinco años y meses han hecho los familiares, amigos, socios y compas de López Obrador y de sus hijos, al amparo del poder presidencial…

Hay quienes en Palacio Nacional y al interior de morena están haciendo día y noche fila en los baños…

Van y vienen…van y vienen.

Y que lo mismo sucede con varios gobernícolas morenistas…

¿Pos qué comerían que les hizo tanto daño?…

Dicen que se empacharon con algo verde…

¿Serían quelites?

¿Nopales?

¿Verdolagas?

Quesque traen muchos dólares de panza y retorcijones…

Ay Diosito…

Le han de estar rezando a San Jodas, a San Guchito, a San Goloteo, a San Abagán y hasta al Santo el enmascarado de plata.

Ya ven.

Pa´que hacen tranzas y raterías pues…

Tan bonito que’s vivir sin broncas ni deudas…(bueno, solo a la Coppel, pero es cuestión de no abrirles la puerta y listo… igualito que con los brothers de Jehová…tan buena gente que son…qué gachos.)

En fin…

Agarren piedras y pónganse casco e impermeable porque va a llover mier…coles de ceniza.

𝗖ontinuará……. 

• El autor es escritor y analista político; las opiniones de los colaboradores de este portal son su responsabilidad.