Desde mi sofá || Obed Silva
Tijuana, B. C. 9 de marzo de 2025.- Ayer 8 de marzo, se llevó a cabo la jornada mundial con motivo del Día Internacional de la Mujer. La conmemoración tuvo origen en el movimiento sindical de las mujeres obreras. Dos hechos marcaron el acontecimiento:

Uno en 1908, por el fallecimiento de 129 trabajadoras de la industria textil, muertas en una fábrica incendiada en Nueva York como consecuencia de su protesta para obtener mejoras laborales y un salario igualitario.
El otro, la huelga de mujeres obreras en Rusia en el año 1917. La huelga coincidió con el día 8 de marzo de nuestro calendario.
Sesenta años después, en 1977, la Asamblea General de la ONU estableció el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer.
Durante más de 100 años, la lucha de las mujeres ha buscado obtener condiciones de igualdad frente a los hombres, la eliminación del patriarcado y el efectivo derecho a decidir sobre sus cuerpos.
A los anteriores reclamos, se han sumado nuevas demandas, igual de importantes por atender.
Una de esas demandas es la de las mujeres cuidadoras. Abuelas, madres e hijas, hermanas, tías, sobrinas y vecinas, muchas de ellas con doble jornada laboral.
Este gran ejército de mujeres cuidadoras también lo integran niñas o adolescentes que tienen sobre su espalda el trabajo doméstico, así como el cuidado de infantes, pubertos, adultos mayores y personas con discapacidad o enfermos.
De acuerdo con la Encuesta Nacional para el Sistema de Cuidados del año 2022 de INEGI, en México más de un tercio de la población (58.3 millones) son personas susceptibles al cuidado.
La citada encuesta indica que de los 31.7 millones de mexicanos y mexicanas que cuidan a alguna persona que lo necesita, el 71.5% son mujeres
El reporte del INEGI dice que 23.8 millones de mujeres cuyo trabajo de cuidadoras, por lo general, no recibe remuneración, se ven afectadas en su salud física y emocional.
Los resultados del sondeo dieron a conocer que 31.7% de las encuestadas aseguró que el trabajo de cuidados disminuye su tiempo de sueño; 22.7% sintió irritabilidad; 16.3% depresión, y 12.7% vio afectada su salud física.
El reconocimiento social de las mujeres cuidadoras y el trabajo doméstico de las mujeres, son dos demandas centrales que hoy el movimiento feminista debería enarbolar con fuerza.
¡Nomás por joder!
Líderes de todos los partidos políticos estarían felices al poder movilizar, sin acarreo, la cantidad de mujeres que ayer marcharon en Tijuana.
- El autor es abogado, especialista en temas electorales y analista político.
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