La Estadística Política | Sergio Trochez
Mexicali, B. C. 18 de julio de 2024.- La alianza conformada por los partidos políticos Morena, Verde y PT, tendrá 373 diputados (de 500) en el Congreso de la Unión, durante los siguientes tres años.
Así lo determinó el Instituto Nacional Electoral –INE-, luego de dar a conocer quiénes serán los doscientos diputados de representación proporcional para el periodo 2024-2027.
La anterior información nos indica que la coalición conformada por las tres instituciones afines al gobierno federal, contará con el 74.6 por ciento de los votos en la cámara baja del Poder Legislativo Federal, a pesar de haber obtenido, en conjunto, 20 puntos porcentuales menos en la votación (el 54 por ciento), motivo por el cual, podrá realizar modificaciones a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Esta situación tiene molestos a gran parte de los militantes de los partidos políticos opositores, y particularmente a panistas y priístas.
Sin embargo, ese mismo enojo, los hace perder la memoria, pues hace 28 años, PAN y PRI se confabularon para aprobar, con su mayoría calificada en el Congreso de la Unión, esa sobre representación de hasta un 8 por ciento para cada uno de los partidos políticos, en el Poder Legislativo.
En el verano de 1996, el secretario de Gobernación, Emilio Chuayffet Chemor, citó en sus oficinas al presidente del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Acción Nacional, Felipe de Jesús Calderón Hinojosa, para abordar el tema de la reforma electoral.
Estando el PRI en el poder, con Ernesto Zedillo Ponce de León como Presidente de México, requería los votos de los legisladores panistas para reformar la constitución, toda vez que únicamente contaba con 300 diputados federales, y le hacían falta 34. El PAN tenía 119.
Durante la reunión celebrada en las oficinas de la Secretaría de Gobernación en la Delegación Cuauhtémoc del Distrito Federal, Calderón accedió a la propuesta del responsable de la política interior del país, y momentos después, el dirigente panista le dio la instrucción a sus diputados de que votaran a favor de la iniciativa presentada en el congreso por el jefe del Poder Ejecutivo Federal.
El jueves 22 de agosto de 1996, los diputados panistas y priístas aprobaron los cambios al artículo 54 de la Carta Magna. Los argumentos de las modificaciones nunca fueron los de proporcionar equidad de representación a los partidos políticos en el Poder Legislativo en relación a los votos obtenidos en la elección. Uno de los objetivos era únicamente darle presencia a las minorías.
La real intención de Chuayffet y Calderón era aniquilar a sus enemigos de ese momento: el Partido de la Revolución Democrática, y el Partido del Trabajo, sin imaginar que casi tres décadas después, sus institutos políticos estarían sufriendo el daño de esa decisión.
Resulta que el PRD había ganado solo 6 distritos electorales en la elección de 1994, pero obtuvo un total de 71 diputados, gracias a la ley que existía. Por su parte, el PT, sin ganar un solo distrito en el país, había conseguido 10 diputaciones.
Chuayffet y Calderón coincidieron en que no era justo que se les otorgaran tantas diputaciones a las minorías, motivo por el cual, solo había que darles presencia, pero reducida.
En la actualidad, y después del triste papel realizado por PAN y PRI en los comicios del domingo 2 de junio, ambos institutos políticos se quejan de la sobre representación que tendrá la 4T en el Congreso de la Unión, a partir del primero de septiembre.
Tal vez piensen que el pueblo ya no se acuerda de los arreglos que antes hacían blanquiazules y tricolores, y que quedaron plasmados en la Constitución.
• El autor es comunicador y analista político.
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