Desde mi sofá | Obed Silva
Tijuana, B. C. 19 de mayo de 2024.- Desde hace meses, los dirigentes del PriAn sabían de la inminente derrota de su candidata, no obstante, albergaban
la esperanza de contar con la cantidad suficiente de curules en el Congreso de la Unión para sobrevivir en la política nacional.
A los líderes de la derecha no les preocupa la derrota de la Sra. Xochitl Galvez ni revertir el resultado de la elección, pues con 35 millones de votos que recibió Claudia Sheinbaum es absurdo intentarlo.
Lo que en realidad interesa a los “dirigentes” del PriAn es impedir que su derrota convierta a Morena y sus aliados en mayoría calificada en el Congreso pues si la consiguen, Alito Moreno y Markito Cortez no tendrán canonjías en el Poder Legislativo.
Analistas políticos concluyen que la derrota de la derecha es “una victoria cultural” de la izquierda la que demostró que los electores al votar tuvieron una clara idea de que votaban por la transformación de México.
La explicación dada por la derecha a su derrota se apoya en la falaz acusación de un fraude fraguado desde el INE, justificación que se cae por inverosímil.
La derrota de la derecha en el Congreso desató una reacción virulenta de los especuladores financieros quienes atacaron de inmediato el tipo de cambio peso/dólar, con el objetivo de que AMLO detenga algunas reformas constitucionales en materia de energía y recursos naturales propiedad de la Nación.
En el ámbito local, la derrota fue asumida por el Pan como un éxito ya que con la obtención de la senaduría de primera minoría, diputaciones y regidurías de representación proporcional, les da oxígeno para llegar a competir en la elección de 2027.
La derrota para el Pri y el Prd es tétrica pues el segundo perderá el registro nacional y el primero está en el filo de perderlo en el Estado.
Cómo daño colateral de la derrota, el arrasador triunfo de Morena en Baja California pulverizó a varios partidos políticos y dió el tiro de gracia a uno de sus “aliados”.
Otro efecto de la derrota es que el mito de la fuerza política de los Jorges terminó y el Morenismo se consolidó como el eje político en el Estado.
La fulminante derrota de la derecha y el surgimiento de la hegemonía Morenista trae aparejados retos, oportunidades y riesgos.
Los retos estriban en cumplir con el ideario lopezobradorista, las oportunidades se presentan para dar el paso hacia una democracia participativa y los riesgos aparecen ante la posibilidad de que los gobiernos de Morena caigan en los vicios con los que gobernó el panismo durante tres décadas en Baja California.
¡Nomás por joder!
Perder duele y duele más alargar el duelo.
• El autor es abogado, servidor público y analista político; su opinión no refleja la línea editorial de FormatoMx.
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