Este 2024 entre votar ó botar

Una opinión más | FormatoMX.

Tijuana, B. C. 6 de enero de 2024.- Citando al clásico “¿Oh y ahora por quien votaré ó a quién botaré?”. 

La pregunta es obligada, habida cuenta de la ya inminente, cercana y complicada elección, cuestionarnos al respecto y como siempre de acuerdo al manual y tradición de los partidos,

mostrarán su mejor cara o por lo menos, harán su mejor intento, también habrá promesas, hasta para aventar pa’rriba, repartirán discursos a diestra y siniestra, ofreciendo el oro y el moro, no podrán faltar los ataques, señalamientos y campañas negras, primero en sus propios partidos y luego se lanzarán contra sus oponentes de enfrente.

La madre de todas las guerras sin duda, será la lucha por la presidencia de la República, que comenzó en diciembre del 2018 y cuyo mariscal de campo y coordinador general, es el presidente López Obrador y su asistente Mario Delgado y cuya abanderada es la científica Claudia Sheinbaum, mujer sería, formal y organizada. Por la acera de enfrente podemos ver un frente que logró encontrar una abanderada de primera línea en Xóchitl Gálvez, mujer carismática y emprendedora, sin filtros y muy frontal, que buscando la jefatura de gobierno de la CDMX, encontró un vehículo que la enfilara al Poder Ejecutivo de la Nación y, dónde tuvo un gran debut y luego sus partidos, la metieron en un callejón, del cual no ha logrado salir; mientras sus dirigentes buscan denodadamente, colocar a sus afectos, alfiles y consentidos en los variopintos puestos de elección popular, faltando únicamente la propuesta de MC y de Dante Delgado. 

Hasta aquí las dos únicas opciones para elegir a la próxima titular del Poder Ejecutivo, por un lado Sheinbaum, Morena, PT y PVEM, encabezados por AMLO, y por el otro Gálvez, PAN, PRI y PRD, encabezado por ella misma y en apariencia, alejada de los dirigentes partdistas.

No hay más opciones, solo estas dos; la opción de la consolidación de la célebre y no bien explicada Cuarta Transformación, dónde el proyecto es hacia la izquierda y donde el Estado tiende a dejar de ser rector y empieza a ser el centro y principal actor del poder y con una inclinación a controlar a los otros poderes. La otra alternativa es por un gobierno de libre empresa, que promueva la inversión privada y extranjera, la globalizaciôn y la creación de organismos autónomos. 

Así que solo hay dos platillos, en esta elección no habrá buffet en la mesa, en el lado izquierdo de la barra, Claudia Sheinbaum con Morena y aliados; en el lado derecho Xóchitl Gálvez y los tres alegres compadres. 

Y en los estados de la República Mexicana los gobernadores de Morena con dos compromisos centrales, el primero llevar a Palacio Nacional a su aspirante y el segundo, que sus candidatos a diputados federales y senadores arracen en sus distritos para lograr la mayoría en el Congreso de la Unión. 

Por el lado de la alianza Fuerza y Corazón por México con sus gobernadores poco se sabe, ya que son sumamente cuidadosos de lo “políticamente correcto”, de evitar a toda costa a la Fepade y no rozar al presidente, ni con el pétalo de una duda ó crítica, y así evitar ser tiro al blanco en cualquier mañanera y así, los hacen bajar esfuerzos y actividades con poca cobertura mediática, exceptuando a Gálvez Ruiz, que lo hace bien en sus redes sociales. Por otro lado, el INE a la caza de errores y llamadas de atención a la abanderada del PRIANRD que la hace bajar la intensidad de sus esfuerzos; cosa que no ocurre en la misma proporción con Morena sus aliados y el MC de Dante Delgado, que insiste en no lanzar a su precandidato, después del aterrizaje forzoso del celebérrimo FosfoFosfo y su fulgurante irrupción en el proceso. 

Pero en los estados gobernados por Morena y aliados, la historia es un tanto diferente, principalmente en la lucha interna por los congresos locales, alcaldías y regidurias. El proceso interno se ha tornado en una lucha intestina dentro de Morena y una batalla campal entre miembros de los partidos aliados, que se sienten con la militancia y los méritos suficientes, para encabezar alguna fórmula y además, un ingrediente adicional en las cuotas de género y grupos vulnerables, en fin, un verdadero  galimatías político que ha generado discusiones bizantinas y mucha especulación. 

Y eso se nota claramente en la lucha interna de los partidos que conforman los dos frentes, el de Morena y sus aliados, dónde muchos  se sienten con derechos suficientes y reclaman a los líderes partidario, el porqué no son tomados en cuenta y montan en cólera cuando algunas posiciones son cedidas a los partidos aliancistas. 

En el lado del PAN, PRI y PRD, donde el PRD en algunos estados y municipios ha perdido el registro local y se sienten con la suficiente fuerza para presionar e inclusive condicionar su participación. 

Así están las cosas al interior de los partidos y en ambos bandos, es multicitada la “sociedad”, esa sociedad a la que tanto hace referencia Xóchitl Gálvez y los líderes de su frente, como también Morena y sus aliados, haciendo alusión al “pueblo bueno y sabio”. En ambos casos lo que se nota y mucho, es la ausencia de esa sociedad participando al final, todo se circunscribe a la misma gente, las mismas caras y los partidos de siempre. Esto ha generado un desgaste preelectoral, produciendo inconformidades, reclamos, divisiones y también hay que decirlo, aportó grilla, más grilla y mucha grilla. 

Ahora la gente, la ciudadanía común y corriente como tú, como yo, como ustedes como nosotros, vemos que, en los partidos de las diferentes alianzas, comienza un periplo extraño, con migrantes partidistas que van a los partidos que antes combatían, pisan territorios extraños, adversos, hostiles, violentos inclusive y de repente vemos que miembros prominentes del PAN, el PRI y el PRD ahora Los vemos haciendo aterrizajes tersos y la mayoría de las veces forzosos en otros institutos políticos. Vemos a azules prominentes pidiendo asilo en un partido color verde, naranja, rosa ó guinda, casos de excepción de guinda a rosa, de tricolor a rosa y al final una diáspora nunca antes vista. 

En el frente, las cosas están en azul intenso, van por la senaduría de mejor perdedor, habrase visto después de que el PAN abrazó por 30 años un éxito contundente en Baja California, sin ceder nada. 

Ahora los están viendo en una boleta de un partido contrario, de un partido adversario. Y la gente nomás ve el ir y venir de los misiles, de los proyectiles, de los obuses y de las bombas.

Pero la gente común y corriente como tú, como yo, como ustedes y como nosotros, pues nada sabe de estos intereses, como que los azules ahora son naranjas y los naranjas hoy son verdes y los verdes ahora son guindas y los guindas Ahora son marrones y los mismos que antes se combatían, hoy resultan ser aliados y los que antes eran aliados ahora son enemigos, así están las cosas en los partidos, así se va a llegar a la contienda este 2024. 

Por quién vamos a votar?  

Para presidente de la república, solamente hay dos platillos en la mesa, un platillo en el lado izquierdo y otro platillo en el lado derecho y cada quien va a escoger; pero en el caso de los estados, pues está la cosa muy complicada. Y además a eso le tenemos que sumar otro factor, el de los militantes que van a pelear la elección continua y otros partidos que quieren cambiar el género para darle lugar a sus correligionarios. 

Así llegamos a este 2024 así empieza el año, así están las cosas en BC, el PRD en vías de extinción, no tiene registro. El PRI, en camino de perderlo, el PAN con una lucha intestina dónde los grupos que le dieron el poder, son los mismos  que lo hundieron hasta su estado actual. 

Por los rumbos de Morena, las cosas no son diferentes, porque como hay poder y hay para repartir, pues fue tanta la repartición que los que se sentían en el poder se quedaron sin beneficios y ahí andan de Herodes a Pilatos, de la Ceca a la Meca, exigiendo su tequila y

exigiendo su mezcal y una que otra cuota de poder. 

Así van a llegar a la elección y por eso la pregunta era obligada. 

¿Por quién vamos a votar? 

Si los que antes nos prometieron y nos fallaron, esos mismos ahora están en el partido con el que nosotros simpatizamos y hasta militamos. 

Es una lucha encarnizada por el poder, adónde nos va a llevar esta elección, son las mismas caras, los mismos candidatos de siempre, solo que ahora, están en diferentes partidos, tienen diferentes siglas, otros colores, diversos domicilios, traen diferentes proyectos.

 Son casi las mismas propuestas:  vamos a acabar con la corrupción, vamos a combatir la inseguridad, les daremos agua y drenaje, pavimento, alumbrado público, parques y jardines, panteones, áreas verdes y canchas, lucharemos por leyes justas, los representaremos dignamente en el Senado y en San Lázaro. 

Aquí en Baja California pueden surgir liderazgos emergentes. El MC tiene una oportunidad de oro, para subirse a la palestra política, el PT sigue con una intensa campaña de afiliación, que posiblemente logre de nuevo su registro regional, en el PES y en su alianza con Morena, van a luchar por consolidar el registro y por colocar la mayoría de militantes en puestos de elección popular y en Morena, todo apunta a nivel nacional que arrasará, según las encuestas y sondeos. 

Pero regresa la pregunta  obligada; ¿Por quién vamos a votar? Qué opción nos convenció? Cuál es el mejor proyecto? 

Y de nuevo la interrogante: ¿Vamos a votar por ellos ó los vamos a botar a la….? 

Soy Roberto Lau y esta fue “una opinión más.”…….