La Estadística Política | Sergio Trochez R.
Mexicali, B. C. 27 de noviembre de 2023.- El domingo primero de julio de 2012, se realizaron las elecciones para elegir presidente de México, senadores y diputados federales.
Para jefe del Poder Ejecutivo Federal, contendieron como candidatos: Enrique Peña Nieto, por el Partido Revolucionario Institucional; Andrés Manuel López Obrador, por el Partido de la Revolución Democrática, y Josefina Vásquez Mota, por el Partido Acción Nacional.
Para muchos, estaba dicho con meses de anticipación, que el vencedor sería el ex gobernador del Estado de México. Era voz populi entre la sociedad mexicana. Y así fue, pues el abanderado tricolor logró poco más de 19 millones de votos, por 15 millones del entonces perredista, y 12 millones de la candidata blanquiazul.
En Baja California, Peña Nieto también ganó, toda vez que obtuvo 446 mil sufragios, contra 375 mil de López Obrador, y 328 mil de Vásquez Mota.
Pero algo raro sucedió. Los candidatos priístas al Senado de la República en Baja California, Eligio Valencia Roque, y Nancy Guadalupe Sánchez Arredondo, consiguieron solo 312 mil 985 votos; esto es, 134 mil menos que el candidato presidencial.
En esa jornada electoral, Eligio y Nancy obtuvieron el tercer lugar, mientras que el PAN quedó en primero y el PRD en segundo. De esa manera, los panistas Ernesto Ruffo Appel y Víctor Hermosillo Celada, así como el petista -en alianza con el PRD- Marco Antonio Blásquez Salinas, se integraron a la cámara alta del Congreso de la Unión. En cambio, los candidatos priístas no pudieron llegar al Senado, ante el asombro de los analistas políticos.
Por cierto, la dupla de candidatos del PRD a senadores, obtuvo apenas 160 votos más que la dupla priísta (313 mil 145 contra 312 mil 285), y por ello fue senador Blásquez.
En una primera revisión para ver porqué sucedió tan extraño comportamiento en el electorado, se dedujo que se había dado un voto cruzado, algo que no sucedía en tierras bajacalifornianas desde 1988, cuando la mayoría de los votantes sufragaron por el opositor Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, pero también por los candidatos del partido en el poder (PRI) a senadores y diputados federales.
Sin embargo, horas después de que concluyó la jornada electoral de 2012, se hizo un profundo análisis, en el que se concluyó que los ciudadanos que votaron, se confundieron. Y es que en esos comicios, el PRI compitió en alianza con el Partido Verde en lo que a la presidencia de la República y diputaciones federales se refiere, pero no así para senadores, cuando menos en diez estados de la República, entre ellos Baja California. Esto es, en las candidaturas a senadores, PRI y Verde tenían candidatos distintos.
Trece decenas de miles de electores votaron en Baja California por Peña Nieto cruzando el logotipo del Partido Verde, y al sufragar por los aspirantes a senadores, también lo hicieron por ese instituto político, pensando que estaban votando por Eligio Valencia y Nancy Sánchez. Pero en realidad estaban votando por los candidatos del Partido Verde, que eran otros, particularmente Alfonso Oriel Blancafort Camarena y Claudia Angélica Aguirre Dehesa.
El anterior hecho histórico viene a colación, debido a que el viernes de la semana pasada, el partido Movimiento Regeneración Nacional -Morena-, anunció que sus candidatos a senadores en Baja California, no serán los mismos que designen el Partido Verde y el Partido del Trabajo, pero sí participarán con los mismos candidatos, en la presidencia de la República y en siete de las nueve diputaciones federales bajacalifornianas de mayoría relativa. Muy parecido a lo que hizo el PRI hace once años.
La decisión de Morena pone en riesgo de perder a los que serán sus candidatos a senadores, pues es posible que, como sucedió en 2012, habrá quienes voten por el PT a la presidencia de la República y a diputados federales, los cuales serán los mismos abanderados que Morena en la mayoría de los distritos, pero cuando sufraguen por el PT para senadores, no estarán votando por los candidatos morenistas, porque serán otros.
Está claro que la decisión de Morena en el sentido de no participar en alianza con el Partido del Trabajo en Baja California, se debe a las diferencias que existen entre la gobernadora morenista, Marina del Pilar Ávila Olmeda, y el ex gobernador petista, Jaime Bonilla Valdez.
También está claro que este round lo ganó Bonilla.
• El autor es comunicador y analista político, su opinión no refleja la línea editorial de FormatoMx.
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