Desde mi Sofá | Obed Silva
Tijuana, B. C. 6 de febrero de 2022.- Las diferencias surgidas entre los consejeros del INE y el Presidente de México con motivo de la consulta nacional para definir si Andrés Manuel López Obrador continuará o no en el cargo de Presidente, se volvieron insuperables.
La beligerancia inició cuando Amlo envió una iniciativa de Ley para que ningún servidor público gane un sueldo superior al que recibe el
Presidente de México.
Varios servidores públicos de alto nivel salarial se opusieron a la idea y promovieron demandas de amparo en contra de tal determinación.
De forma destacada y argumentando la autonomía del INE, los consejeros del consejo general de ese órgano electoral mostraron férrea oposición a recibir un sueldo inferior al del Presidente y encabezaron una lucha en contra del mandatario.
A partir de ahí, la confrontación entre los consejeros del INE y el presidente tomó un camino sin retorno.
En medio de una rivalidad política pocas veces vista en nuestro país, dos consejeros electorales se pusieron al frente de la batalla contra López Obrador.
Lorenzo Cordova Vianello y Ciro Murayama Rendón, se convirtieron en el arquetipo de los opositores a Amlo y levantaron la “defensa” del INE como la bandera de una democracia muchas veces prometida sin que ésta llegara a ser una realidad en México.
Los episodios del debate y resistencia que los consejeros del INE han protagonizado, en la búsqueda de no llevar a cabo la consulta nacional para la revocación del mandato de Lopez Obrador, marcó la pauta para definir el futuro que le depara al máximo órgano electoral de nuestro país.
Los consejeros del INE han centrado su discusión en lo excesivo del costo de la consulta popular y en el requerimiento de más dinero para poder cumplir con la encomienda legal a la que están obligados.
Por su parte, quienes impulsan la democracia participativa ponen el acento en la trascendencia que implica fortalecer nuestra pobre democracia con el hecho de que la consulta popular se convierta en un instrumento de decisión ciudadana.
En la semana que concluyó, la Suprema Corte de Justicia de la Nación determinó que el INE debe llevar a cabo la consulta popular con los recursos con los que cuenta.
A regañadientes, los consejeros del INE expidieron la convocatoria para la consulta que se llevará a cabo el próximo día 10 de abril.
Tratando de salirse con la suya y aduciendo no contar con los recursos suficientes, los consejeros del INE ahora amenazan con instalar sólo 57 mil de las 160 mil casillas que están obligados por Ley a instalar para la consulta.
Lo anterior significa que en lugar de instalar 533 casillas por distrito electoral federal, el INE pretende instalar sólo 190 casillas por distrito, con lo que dejarán sin la oportunidad de votar a 53 millones de ciudadanos.
Con tal decisión lo que el INE busca, es que la consulta popular resulte un fracaso pues para que el proceso sea válido, deberá participar por lo menos el 40% del listado nominal.
Para justificar la reducción de casillas a instalar, los consejeros del INE le echan la culpa a los diputados federales por haberles reducido el multimillonario presupuesto con el que cuentan para este año.
Los consejeros del INE condujeron su rivalidad con el Presidente hacia una encrucijada y entre los diversos caminos que tenían, decidieron tomar el que los llevará a un desfiladero.
¡Nomás por joder!
El horrible caso de la mujer a la que le extrajeron los órganos en el IMSS para “analizar” la causa de su muerte, se suma al cúmulo de negligencias que le han venido señalando a la malvada Delegada de esa institución.
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