Desde mi Sofá | Obed Silva
Tijuana, B. C. 26 de diciembre de 2021.- Cuándo la tarde-noche del seis de junio del año que termina, en los cuartos de guerra de los candidatos opositores se conoció el resultado electoral y a pesar de que el triunfo de Morena era previsible, a muchos les corrió un sudor frío por la espalda.
La idea de que Morena gobierne nuestro Estado durante seis años y que tal hecho pudiera prolongarse por varios sexenios más, provocó terror entre quienes fueron beneficiarios del panismo durante tres décadas.
La estrategia de dividir a la oposición asumiendo que la personalidad de un par de tijuanenses daría el triunfó a una alianza de facto que impulsó el voto dividido solo les funcionó a quienes jugaron esa misma estrategia pero a la inversa.
Ante su derrota, en redes sociales y en diversos medios, los candidatos “opositores” atribuyeron el fracaso de la coalición Pan/Pri/Prd y del Pes a los “recién llegados” que habitan en la zona este de nuestra ciudad.
Reivindicando que los tijuanenses son quienes viven desde punto geográfico conocido como la 5 y 10 y hasta playas de Tijuana, cobró fuerza la idea racista de dividir nuestra ciudad entre “los verdaderos tijuanenses y los de la zona este”.
En algunas publicaciones y pláticas de café no faltó quien sugirió que los “de fuera” deberían ser segregados para que en las próximas elecciones solo voten los verdaderos tijuanenses.
De esa forma la consigna ¡Tijuana para los verdaderos tijuanenses! surgió como una estrategia para que por esa vía, el Pan busque gobernar la parte antigua de nuestra ciudad lo cuál, también resultó muy atractivo para sus viejos aliados.
Aunque parezca absurdo, la idea racista incubada después de la elección tomó forma. A tal grado, que una diputada morenista presentó la iniciativa de dividir el territorio de nuestra ciudad en dos. Argumentando que con ello la “zona olvidada” de Tijuana será atendida.
El dislate de la diputada de la 4T, según se supo, se sustenta en que basta y sobra con reformar la ley del Régimen Municipal para cercenar nuestra ciudad sin tomar el parecer de casi dos millones de personas que habitamos en ella.
En un manifiesto publicado el día 15 de diciembre, la Alianza Mexicana de Abogados Baja California demuestra que la iniciativa de la Diputada local no reúne los requisitos establecidos en el artículo 27 de la Ley del Régimen Municipal además de que; “según el artículo segundo transitorio de la iniciativa, de forma autoritaria solicita sin ser procedente, menos resultado favorable, crear el consejo municipal fundacional”.
Al rechazo de los abogados se han sumado otros organismos de la sociedad civil, nuestra Presidenta Municipal Montserrat Caballero Ramírez así como el ex presidente municipal de nuestra ciudad, Hector Osuna Jaime, quien tras proponer en redes sociales una serie de interesantes cambios al régimen municipal concluyó que; “dividir la ciudad en dos únicamente cambia qué en lugar de tener un problema, pasas a tener 2”.
Mientras va creciendo el rechazo de la sociedad a la iniciativa racista, el entusiasmo por partir en dos a Tijuana cobra fuerza entre la mayoría de los diputados morenistas, en especial entre los panistas y sus socios que piensan que con dividir a los tijuanenses tendrán la oportunidad de recuperar sus fueros perdidos. Vaya chasco el que se van a llevar.
¡Nomás por joder!
Con motivo del festejo del nacimiento de Jesus, el sumo pontífice Francisco en su mensaje Urbi et Orbi del pasado 25 de diciembre afirmó; “Nos hemos habituado de tal manera que inmensas tragedias ya se pasan por alto; corremos el riesgo de no escuchar los gritos de dolor y desesperación de muchos de nuestros hermanos y hermanas”.
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