A puño y Letra | Raúl Law Z.
Mexicali, B. C. 5 de enero de 2025.- Iniciamos el año 2025, con la nota que nos pone la “piel chinita” y los pelos de punta” es la que afirma que
otro peligroso virus “anda suelto o alguien intencionalmente soltó” que puede repetir el escenario que el mundo vivió en el 2019, el 2020 y sigue entre nosotros. El COVID19 , que causó millones de muertos y una grave crisis de salud y a la economía mundial.
Se comenta que el virus ya está presente en el continente americano . La debilidad de los países hegemónicos se manifiesta en su incapacidad para enfrentar a un enemigo invisible y mortal, que obliga a tomar medidas y que podría volver a cobrar factura ante cualquier descuido de los gobiernos en turno.
Donald Trump, minimizó la pandemia de Covid-19, pues se negó en todo momento a cerrar la frontera y las actividades comerciales, mientras los hospitales en su país, estaban llenos de enfermos y los cadáveres apilados “ en canal” en los trailers afuera de las instalaciones hospitalarias. Acuso a China como el país responsable de la crisis sanitaria.
La guerra económica y comercial entre ambos países es evidente pues mientras Estados Unidos, impulsa un bloqueo comercial contra el gigante asiático, China, responde con evitar la venta a Estados Unidos, de materias primas para la fabricación de semiconductores utilizados en las nuevas tecnologías , lo que pondrá al imperio gringo en un predicamento,
Se piensa que el nuevo virus es lanzado para evitar una posible tercera guerra mundial, donde Israel con sus misiles pretende desaparecer a Palestina y dónde Irán y el Líbano han reaccionado de manera agresiva con sus armas, mientras Estados Unidos, abastece de armas destructivas a Israel.
En tanto Rusia con el apoyo de Corea del Norte, de manera violenta sigue destruyendo a Ucrania en una invasión repudiada y apoyada por la OTAN, donde Ucrania es abastecida fundamentalmente por armas fabricadas y vendidas por Estados Unidos.
De otro lado, nadie ve la violación a los derechos humanos de las mujeres, que sufren el gobierno de terror de los talibanes en Afganistán. Es otra atrocidad sin que ningún gobierno de la ONU le interese hacer un posicionamiento, menos alguna sanción a quienes han prohibido a las mujeres mostrar parte de su cuerpo e incluso el dar a conocer su voz. Los talibanes declaran que la violación a la injusta ley, les otorga el derecho de matarlas para salvar su alma.
Mientras tanto, en el extremo de la opulencia que lejos de ser admirada es repudiada por los hombres y mujeres quienes producen la riqueza que disfrutan los holgazanes millonarios, quienes le dan vuelo a los placeres y niegan la realidad que sufren millones de seres humanos:
Un príncipe de Arabia Saudita, presume su exclusivo automóvil Mercedes Benz , con cientos de diamantes originales incrustados en la carrocería que lo convierte en el más costoso del mundo , pues tiene un valor de 48 millones de dólares.
No debemos olvidar que el trabajo es la actividad que genera la riqueza y ese mérito lo tienen los trabajadores y trabajadoras, que a diario buscan honradamente mantener a sus familias mientras la riqueza de su trabajo se manifiesta en la comercialización de los productos fabricados por sus manos e inteligencia creadoras al servicio del patrón.
Es una ofensa la acumulación económica excesiva, y el gasto de gobernantes y empresarios “parásitos” , que en lugar de generar bienestar de la sociedad, su ambición de poder y dinero, los llevan a producir divisiones políticas y guerras que generan muertes y dolor.
Hoy desafortunadamente, los ejemplos sobran, en los conflictos de Ucrania y Rusia, en la guerra de Palestina e Israel , están a punto de generar la tercera configuración mundial, y todos utilizando a sus pueblos como ” carne de cañón”, para “ defender la patria”, entiéndase los intereses de las “ cleptocracias “dueñas de poder económico y político.
La enseñanza de la historia es contundente:8 millones de militares y 6.6 millones de civiles fallecieron en la primera guerra mundial; es decir, 6 de cada 10 personas que participaron en el conflicto. En tanto que solo 20 años después, en la segunda guerra mundial murieron 50 millones de personas.
Se deben buscar soluciones diplomáticas entre los países en conflicto. Con las armas nucleares a disposición de gobernantes enfermos de poder, la vida de los seres humanos y del planeta está en peligro.
Hoy lo decimos fuerte y claro: No al millonario negocio de la guerra, sí a una repartición mas justa de la riqueza. Si a la generación de empleos en el llamado tercer mundo, como estrategia para contener la migración, combatir la pobreza y la marginación económica.
Seamos pioneros de una verdadera historia universal, donde todos estemos incluidos en escribirla. Para ello , se deben privilegiar los objetivos comunes y la desaparición de las fronteras que limitan, dividen y segregan a los seres humanos. No queremos volver a ver qué una nueva pandemia dentro de la desigualdad, nos vuelva a hacer iguales.
Lamentable que la brillante inteligencia del ser humano, se siga utilizando para autodestruirse.
• El autor es comunicador, periodista y analista político
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